Por Manuel Molina el 20 septiembre, 2016
Hace unos días estuve con mi primo en las fiestas de
nuestro barrio y, para entretenernos un rato, estuvimos disparando unos
perdigones en una de las casetas, a ver si conseguíamos llevarnos el osito de
peluche.
Pero, nada, ni por casualidad.
Yo disparé un montón de veces, pero no metí ni un
perdigón en la diana. Todos quedaron alrededor, pero ni uno solo en el centro.
Mi primo, sin embargo, es un tirador de primera. El problema es que le dieron
una escopeta con la mira torcida, así que le salieron todos los perdigones
desviados y tampoco metió ninguno dentro de la diana. En resumen, nos quedamos
sin peluche. En la figura que os adjunto podéis ver el destrozo de disparos que
hicimos los dos: error sistemático y aleatorio.
De todas formas y para sacar provecho de esta
situación, mirando las dianas se me ocurre que guardan algún parecido con los
dos tipos de error que podemos tener en nuestros estudios epidemiológicos..
Estos son, en sentido general, dos: el error aleatorio
y el error sistemático.
El error aleatorio se
debe a nuestro amigo el azar, del que no hay manera de librarse. Puede tener dos causas
fundamentales. La primera, el error de
muestreo. Cuando obtenemos una muestra de una población lo hacemos con la
idea de estimar un parámetro poblacional a través del estudio de un estimador
de ese parámetro en la muestra. Sin embargo, debido al error de muestreo
podemos obtener una muestra que no sea representativa de la población (si
obtenemos varias muestras, todas serán ligeramente diferentes unas de otras).
Esto pasará, sobre todo, cuando los tamaños de las muestras sean pequeños y
cuando utilicemos técnicas de muestreo que no sean probabilísticas.
La otra fuente de error aleatorio es la propia variabilidad en la medición. Si nos
tomamos la presión arterial varias veces, los resultados serán diferentes
(aunque similares) debido, por una parte, a la propia variabilidad biológica y,
por otra, a la imprecisión del aparato de medida que utilicemos.
Este error aleatorio se relacionará con la precisión
del resultado. Una medida será tanto más
precisa cuanto menor sea el componente aleatorio, por lo que puede aumentarse
la precisión aumentando el tamaño de la muestra o siendo más cuidadoso con las
mediciones.
En nuestro ejemplo del tiro, yo representaría el error
aleatorio. Se me desvían los tiros al azar, de modo que por la nube de impactos
puede uno imaginarse por donde está la diana, pero ningún disparo la alcanza.
Lógicamente, cuantos más disparos haga, más probabilidad habrá de dar en el
centro, aunque sea por azar.
El segundo error que mencionamos es el error sistemático, también llamado sesgo.
Este se debe a un error en el diseño o
en el análisis del estudio, que produce una estimación incorrecta o no válida
del efecto que estamos estudiando. En nuestro ejemplo, como ya habréis
adivinado, mi primo representa el error sistemático. Él tiene buen tiro muy
bien, pero como la escopeta está mal calibrada, los tiros dan fuera de la
diana, desviándose todos sistemáticamente en una misma dirección. Viendo solo
los tiros no podemos imaginar donde está el centro, como veíamos con mis
disparos en mi diana, porque pensaríamos que el centro está en una localización
que, en realidad, no le corresponde. Así,
el error aleatorio afecta a la precisión, mientras que el sistemático
compromete la validez de los resultados. Y otra cosa, por más que mi primo
aumente el número de disparos, le seguirán saliendo torcidos. El error sistemático no disminuye porque
aumentemos el tamaño de la muestra.
Y aquí lo vamos a dejar por hoy. No hemos hablado nada
de los tipos de errores sistemáticos, que hay varios. Se pueden dividir en
sesgos de selección, de información y de análisis que, a su vez, pueden
dividirse en otros muchos. Pero esa es otra historia…
PARA REFLEXIONAR Y
RESOLVER EN TU CUADERNO.
El error aleatorio nace del hecho que se trabaja con
muestras de individuos, y no con toda la población. Procede, pues, de la
variabilidad inherente al muestreo. Así, el error aleatorio depende del tamaño de la muestra:
cuando éste aumenta, el error disminuye. Este tipo de error está muy
relacionado con el concepto de precisión o fiabilidad. La estadística permite
cuantificar el error aleatorio.
El error sistemático o sesgo, aparece cuando se
introduce un error en el diseño del trabajo, ya sea en la selección de los
individuos, en la información recogida o en su análisis, de forma que se
produzca una diferencia sistemática entre los grupos, no atribuible al factor
que se está estudiando.
A diferencia de lo que ocurre con el error aleatorio,
no se atenúa al aumentar el tamaño de la muestra, y una vez introducido, es
prácticamente imposible de remediar en la fase de análisis. Este tipo de error
va muy ligado al concepto de validez.
Los sesgos que se puede producir durante la medida del
efecto de las intervenciones se agrupan en dos tipos: los sesgos de selección y
los sesgos de información. Por ejemplo, en un laboratorio para el estudio de
una enfermedad o patología:
Un sesgo de selección puede ocurrir en numerosas
circunstancias relacionadas con la forma en que los individuos son
identificados y seleccionados para el estudio.
Los sesgos de información ocurren cuando la
información sobre la enfermedad o la exposición se recoge de forma
sistemáticamente diferente entre los grupos de estudio.
Actividad
1- Busca 3 recortes de noticias o por la web donde por
causa de los errores hayan ocurridos accidentes, falsos resultados, controversias
políticas o diplomáticas, perdidas de recursos, etc.
2- Solo selecciona uno y realiza un breve resumen de
la noticia, determina cual fue el error o los errores y clasifícalos.
3- Copia en tu cuaderno y está atento durante las
actividades de laboratorio para evitar los siguientes errores muy comunes
durante el proceso de medición:
EJEMPLOS ERRORES
SISTEMÁTICOS:
1) Realizar una medición con un instrumento
desgastado.
2) Persona que realiza la medición se encuentra en un
ángulo no adecuado en el que no aprecia bien la medida.
3) Error de diseño el instrumento.
4) Medición errónea debido a una calibración mala del
instrumento.
5) Mal uso de fórmulas de aproximación.
EJEMPLOS ERRORES
ALEATORIOS:
1) Error en el sistema electrónico de un instrumento.
2) Error en la interpolación de medidas.
3) Cambios de temperatura de donde se encuentra los
equipos de medición.
4) Errores de muestreo.
5) Transcribir mal los datos de medición.
VER Errar es humano (PARTEIV)
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